Los 5 personajes más jodidos por Dios en la Biblia

viernes, 26 de marzo de 2010
Original de Francesc Josep

Si han escuchado o leído la Biblia (ya sea por voluntad o a la
fuerza), seguramente ya saben que aquellos que más tuvieron contacto
con Dios tuvieron vidas bastante difíciles.


Porque a veces hacerle caso a una entidad como Él puede ser complicado…


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¡¡¡GOYAPALOOZA!!!

jueves, 18 de marzo de 2010
Debo ser la primera persona en la historia del universo que escribe para quejarse de las frívolas reuniones familiares, JO JO JO.

Pues todo comenzó con la proximidad en fechas del cumpleaños de mi ahora octogenaria abuela (también conocida como goyita, La Señora, o la bondad y la nobleza encarnadas). La cosa es que mis tíos (y probablemente mi madre, aunque no podría asegurarlo) planearon organizarle una fiesta sorpresa digna de tal acontecimiento. Y así lo hicieron. Y fue en grande. Se dividieron las tareas entre los hermanitos (en esta parte si participó mi señora progenitora): uno se dedicó a matar a diestra y siniestra borregos y pollos de su rancho para después procesarlos y hacerlos medio aptos para el consumo humano, otro se dedicó a contratar meseros,  mesas, sonido, etc. A mi madre (y por default, a nosotros sus retoños) le tocó hacer servilleteros, tortilleros, centros de mesa, botanas, charolas, postres, etc; lo cual no fue tan problemático, ya que ella se gana la vida haciendo justamente eso mísmo, pero para otras personas.  A mi se me comisionó la producción de postres (lo que significó que por poco nos quedaramos sin postres).

Debo mencionar lo muuuuuuuuuuuucho que me sorprendió que la sorpresa siguiera siendo sorpresa hasta el final de la sorpresa. En primera, por que con tantos factores (bueno, gentes, pues) involucrados, aumenta la probabilidad de que alguien la cajeteé y riege todo el tepache (y más aún conociendo a la gente de ese pueblo). Un día antes de la sorpresa fuimos a cenar con la festejada; estuvimos con ella menos de hora y media, y en ese tiempo varias personas estuvieron a punto de regarla.

El asunto es que el día de la fiesta comenzó muy temprano para nosotros. Levantarnos muy de la mañana para terminar las verduras, los postres y demás cosas. Llegar temprano para acomodar las mesas y demás antes de que llegara la festejada. Y llegó el momento. Y se sorprendió. Y se puso feliz, aquí la prueba.

Después la comilona. Arroz (cocido masivamente de la siguiente forma: colocas kilos de arroz en un cazo muy grande, le agregas litros de aceite, lo pones al fuego y esperas), carne (de borrego y cerdo principalmente, se olvidaron de las reses), chicharrón y un poco de ensalada. Ah, y galones y galones de alcohol, tantos que no tarde mucho en verme rodeado de gente ebria.

Y después a convivir con la familia. Como siempre, la mesa en la que nos ubicamos se convirtió automáticamente en la mesa de los renegados. Y como siempre, la mayoría de los familiares "decentes" no fué (con decentes me refiero a aquellos que me causan algo más que indiferencia). Y como siempre, la mayoría hablando de las banalidades que caracterizan a los seres humanos.

Es importante decir que yo no odio a ninguno de mi familiares. Ninguno me cae mal, ni siquiera los más detestables (y vaya que hay algunos bastante detestables). Es solo que la mayoría tampoco me cae bien. Pongamoslo así: el 49% de mi familia me da lo mismo, al otro 49% no lo conozco (o no los recuerdo, ya que se tomaron la molestia de presentármelos cuando yo tenia 4 años), y el 2% restante me cae bien; el mismo 2% que al otro 98% le cae mal. Eso es lo que pasa cuando eres el hijo renegado de la hija renegada de la matriarca de la familia.

La tarde-noche se nos fue en comer carne, postre y dulces típicos, mientras que a los demás se les fué en fumar, beber y bailar. Hubo tanta comida que de hecho nadie alcanzó a probar los más de 666 pollos asesinados y preparados para la ocasión. Debo confesar que bailé ritmos que tenían o no temática sexual. También hubo una manta con fotos de los nietos legítimos en la cual, por alguna razón, yo era el único que aparecía desnudo.

En general fue divertido, eso de participar en superproducciones tiene su gracia (aún si se trata de algo más parecido a una fiesta de mafiosos narcos que un cumpleaños).

Lo peor: mi alcholizado padre obligándome a aprender a bailar. Es muy común que en este tipo de eventos "mi padre" pase a ser "mi alcoholizado padre" (para disgusto de mi madre y para que no falte la ya clásica tensión). Me gusta hecharle la culpa de mi desagrado hacia las bebidas alcoholicas; algo que extrañamente no comparte arenita (quien por cierto, se burlo de mi desgracia).

Lo mejor: el increíblemente estrellado cielo nocturno. Como buen capitalino, me sorprendí cuando voltee hacia el cielo y vi docenas de estrellas sobre mi cabeza; en contraste con las 4 que suelo ver en casa (cortesía de estupidanubedegasmortalmentetoxicoquependesobrenosotros y de los 3.52x1094 millones de focos distribuidos por toda la ciudad)

Y ya.

Disculpen ustedes si esto tiene una redacción rara. Por diversas razones que van más allá del entendimiento humano, me tardé 3 días en escribir esta entrada, y cada vez que retomaba su escritura, me daba cuenta de que se había ido el hilo de lo que quería decir. En fin.